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Mariano Rodríguez González

En esta página, de carácter personal, pretendo acoger, o dar cita en un solo lugar, a todo aquello que he ido elaborando a lo largo de muchos años, aquello que habría creado y trabajado como profesor de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, pero también como escritor puro y duro, ya que la escritura es mi vocación real por mucho que la que más me haya interesado sea la conceptual o filosófica. Mi primera publicación es de 1983, y han ido sucediéndose sin mayores interrupciones hasta este final de año 2024. 

Se trataría entonces con esta página de hacerle fácilmente accesible, a cualquier persona interesada en estos temas, la práctica totalidad de mi obra escrita. En su mayor parte, esta se integra en el ámbito de lo que, más o menos convencionalmente, entendemos o podemos entender como “Filosofía”, tanto la surgida en el marco académico como la que, en algún sentido, hay que considerar más o menos “mundana”. Y es que pienso que tal vez podrían interesar estos trabajos míos no solo a investigadores en este campo sino también a gente interesada en temas de esta índole filosófica, que afortunadamente parece que no es tan reducida como cuando yo empecé.  

Pero no solo eso, además se podrán encontrar aquí enlaces a videos grabados de algunas de mis intervenciones en conferencias, seminarios, congresos, y también actos más populares o para un público más amplio. Sobre todo, mis charlas en el Seminario Nietzsche Complutense, donde hemos venido cultivando desde hace ya años no solo la Filosofía sino también la Amistad, aunque ya se sabe que, bien entendidas, vendrían a ser lo mismo. Incluso enlaces a grabaciones de parte de las clases que estuve dando durante la pandemia y el confinamiento, cuando seguíamos trabajando con los estudiantes conectados online. Por ejemplo, acerca de Filosofía de la mente o el pensamiento de María Zambrano.  

Habría asimismo una manera de acceder al blog que escribo desde hace bastantes años, y que últimamente me viene sirviendo de estupendo desahogo de las angustias que provoca el siniestro curso de la actualidad periodística. Todo un alivio que me permite desarrollar una faceta personal que, como decía el mismo Freud, constituye el mecanismo de defensa más elevado y menos patológico: el humor, la ironía, la risa, en fin, que nos permite sobrellevar hasta con algo de alegría soterrada, invariablemente a la gallega, hasta las mayores desgracias de la vida humana. Recuerdo lo de aquel preso que van a ejecutar en la horca el lunes a primera obra de la mañana, cuando observa ante los que le conducen al patíbulo que “mal empieza la semana”. En este chiste creo que judío, contado por Freud, se contiene la sabiduría superior, por lo menos a mi modo de ver.

Ya habrá tiempo, si es que lo hubiese, de incorporar más cosas; y si el destino se portara generosamente conmigo, que vaya usted a saber, incluso muchas más cosas.

  © Anna Villarta

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